Gente mayor y sus derechos
Una persona mayor, habitualmente gente mayor, es considerada una persona cuya edad es avanzada y que presenta los atributos psicológicos y sociales de la vejez tal y como la sociedad las representa. En particular, el paso que representa el comienzo de la jubilación marca simbólicamente esa entrada en la categoría social de la tercera edad.
Este último cambio de etapa que por lógica debería ser el más tranquilo y plácido, con sensación de bienestar del ser humano, actualmente parece que cada vez se llega con mayor melancolía, tristeza o ansiedad.
Hay un fuerte sentimiento de soledad acompañado de pérdida de identidad, derechos o palabra a menudo al mismo tiempo que tienen lugar institucionalizaciones, incapacitaciones, malos tratos o sobremedicalización, dentro de una sociedad a la que parece que no le interesa ver ni preocuparse en tener un final de vida -donde quien más o menos llegará- acompañado, respetado y digno.
En contraposición, los medios de comunicación y la visibilización del colectivo desde sectores de carácter institucional, se esfuerzan en remarcar, visibilizar y potenciar lo que llaman el envejecimiento activo, donde nos muestran unas personas con apariencia juvenil, con fuerza y con una sonrisa en la cara. Personas que a pesar del paso de los años, tienen apariencia juvenil, de personas productivas en la sociedad y felices. Nos preguntamos si esa imagen corresponde a la gran mayoría del colectivo.
En respuesta a estas injusticias cada vez más visibilizadas, poco a poco van saliendo proyectos orientados a combatir la soledad, y colectivos y grupos profesionales de la gerontología que defienden una práctica y unos cuidados cada vez más encaminados al cuidado, empoderamiento, dignidad y defensa de los derechos humanos. Parece que paulatinamente, el paradigma va cambiando.
En la comarca del Garraf y Barcelona hay colectivos como Derecho a Morir Dignamente o Yayoflautas que desde la pedagogía y el activismo, trabajan por el empoderamiento del colectivo.
Recientemente ha salido impulsado en Chile, el concepto Gero-activismo, nacido en Barcelona por Agnieszka Bozanic a partir del concepto "Edadismo". El Gero-activismo quiere combatir el viejismo con un enfoque de género y de derechos humanos.
El edadismo está presente en nuestra forma de pensar, sentir y actuar en relación con los demás y con nosotros mismas en función de la edad seamos conscientes o no, y está presente en todas partes.
Cada cultura tiene actitudes diferentes hacia la edad y el envejecimiento, pero ninguna está exenta del paso del tiempo y la aceptación de las diferentes etapas del ser humano en la comunidad. Hoy en día sabemos que la gran mayoría de población mundial es edadista con los mayores.
El diálogo es una forma muy eficaz de comprometerse con las cosas que nos importan. Un diálogo permanente y abierto puede ayudar a reconocer los casos en los que aparece la discriminación y la desigualdad y entender que acabar con éstas requiere de la acción colectiva.